ASMR son las siglas de Autonomous Sensory Meridian Response (Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma) y son usadas para etiquetar vídeos que se dedican a eso: a relajarnos mostrándonos cosas que siempre estuvieron ahí. Ponen el foco en la anécdota o el costumbrismo sonoro. Al igual que existen otras corrientes como la comida lenta o slow food, parece que estos vídeos responden a la necesidad de los nativos digitales de parar el ruido y la saturación audiovisual.
Algunas investigaciones que analizan este fenómeno concluyen que el espectador busca estos contenidos para responder a varias necesidades: autoevaluación y mejora, estimulación y relajación sensorial, entretenimiento, escapismo y pasar el tiempo o seguir las tendencias.
Es decir, los adolescentes que consumen incansablemente horas de vídeo ya no buscan solo entretenimiento desde el punto de vista estricto sino el placer a través del consumo de la imagen.